Mediante un comunicado, Save the Children y el Consejo Griego para los Refugiados instaron al Gobierno de este país y a la Unión Europea a solucionar este problema de manera urgente y garantizar que los pequeños reciban una formación adecuada.
Ambos organismos se mostraron alarmados por el reducido número de menores migrantes que asisten a las aulas y expresaron su preocupación por la falta de maestros, la ausencia de medios de transporte y el rechazo de la población, lo cual fue agravado por la pandemia de la Covid-19.
Grecia recibió millones de euros en fondos para la educación y se comprometió a brindar oportunidades de aprendizaje a más de 20 mil niños. Sin embargo, menos del 15 por ciento de los pequeños en los campos de refugiados asisten a la escuela, señala el texto.
Además, apunta que esos menores carecen de las condiciones y los medios tecnológicos necesarios para participar en las iniciativas de enseñanza a distancia implementadas para disminuir los contagios con la Covid-19.
Incluso antes de la pandemia, menos de un tercio de los niños estaba realmente matriculado y asistía a clases. El Gobierno griego ni siquiera lleva un recuento, por lo que la profundidad de la crisis permanece oculta, afirmó el responsable de Incidencia Política de Save the Children, Daniel Gorevan.
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