Según el Boletín MacroFiscal de la Secretaría de Política Económica, la inflación se vaticinó en 3,75 por ciento para 2022, superior a la meta oficial del 3,5.
Tales estadísticas servirán como asiento para concertar cómputos del proyecto de Presupuesto para 2022, remitido por el Gobierno al Parlamento en agosto.
Se espera que después del debate en esa instancia sea aprobado antes de terminar el año.
Por la crecida de los precios, el margen apreciado en el conjunto de gastos e ingresos previstos para el próximo año tendrá que reducirse ante el reajuste del salario mínimo y la indexación de gastos del Estado.
La administración contaba con un mayor espacio en el Presupuesto 2022 para elevar el monto de la ayuda social del programa de transferencia de recursos Bolsa Familia, cambiado a Auxilio Brasil, y aumentar el valor de subsidios y el número de beneficiarios.
Respecto al Producto Interno Bruto (PIB), el boletín mantuvo en 5,3 por ciento la expectativa de crecimiento para el cierre de 2021.
De igual manera, elogió el contemplado frente a la retracción del PIB brasileño, indicador que disminuyó 4,1 por ciento en 2020.
Esa recuperación se percibió en el sector servicios, el más afectado por la caída de la demanda en el pasado calendario ante la pandemia del Covid-19.
La perspectiva del gobierno para 2022 respecto al crecimiento del PIB pasó de 2,51 a 2,5 por ciento.
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