El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, destacó cómo el Protocolo de Montreal y la Enmienda de Kigali -ambos enfocados en controlar la producción y el consumo de sustancias dañinas para la Capa de Ozono- ya demostraron el poder de las acciones conjuntas.
Pero aún persiste el daño en la también llamada ozonosfera y su agujero aumentó de tamaño recientemente, según reportes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
De acuerdo con informes de esa agencia de ONU, ese hueco creció rápidamente a partir de agosto de 2019 y alcanzó los 24 millones de kilómetros cuadrados a mediados del año pasado.
Asimismo, la OMM indicó que no se puede ser complaciente en la lucha para terminar con el uso de químicos que destruyen la Capa de Ozono y están prohibidos por una convención internacional, pues el agujero se había reducido a inicios de 2019.
La función principal de la ozonosfera es la proteger a la Tierra de los efectos dañinos de los rayos ultravioletas.
En 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 16 de septiembre como Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.
Tal fecha coincide con la de la firma, en 1987, del Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono.
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