Resellar en este país consiste en que si la Asamblea Legislativa lo hace con un proyecto de ley, desconociendo razones de inconstitucionalidad, es decir, lo vuelve a aprobar con 38 votos (dos tercios de los 54 diputados), la propuesta legal queda aprobada y lo reenvía al Poder Ejecutivo para publicar su texto como norma sin ulterior trámite.
Al conocer que el resello de esa iniciativa solo contó con 12 votos a favor en el Plenario Legislativo, Alvarado escribió en sus cuentas personales de las redes sociales que una amplia mayoría de los diputados respaldaron el veto que interpuso el 30 de octubre de 2020 a la ley de pesca de arrastre. ‘Aplaudo la sensatez de los diputados que votaron contra el resello. La pesca de arrastre no es sostenible y perjudica a nuestros pescadores artesanales, la pesca deportiva y el turismo. Esta decisión es en favor de la tradición de Costa Rica de protección ambiental’, sostuvo el mandatario tico.
Al explicar su veto al decreto legislativo en octubre de 2020, Alvarado afirmó ‘por mi deber de promover el bien común y asegurar el equilibrio entre la actividad productiva y la sostenibilidad, y además, en cumplimiento de mi palabra, hoy he vetado totalmente el decreto legislativo número 9909, por razones de conveniencia y oportunidad’.
Precisó que ‘al no ser categórica la evidencia, debemos proteger al ambiente y a las poblaciones que se verían más afectadas. Cualquier decisión que tomemos sobre el aprovechamiento de recursos naturales debe ser basada en ciencia y puede ser desarrollada por los órganos competentes’.
Añadió que con los elementos disponibles, aportados por distintos sectores académicos, productivos y políticos, prevalece el criterio sobre un impacto ambiental y socioeconómico negativo con el restablecimiento de esta técnica en sectores como pesca artesanal, biodiversidad y actividad turística, de la cual dependen tantos empleos.
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