Si bien todos los candidatos para convertirse en primer ministro dijeron que tendrían mejores políticas para combatir la pandemia y reducir la brecha de ingresos, no fue unánime la repuesta en cuestiones de diversidad.
En especial, surgieron disensos notables sobre el matrimonio de personas del mismo sexo o parejas casadas con apellidos separados.
Ampliamente visto como el principal contendiente, el ministro de vacunas Taro Kono dijo que favorece la introducción del matrimonio entre personas del mismo sexo.
En cambio, el considerado su principal contendiente, el exministro de Relaciones Exteriores Fumio Kishida, respondió que ‘no había llegado al punto’ de aceptarlo.
Por su parte, las otros dos candidatas: Seiko Noda, exministra de igualdad de género, y Sanae Takaichi, exministra de asuntos internos, pusieron la mira en la posibilidad de permitir que las parejas casadas tengan apellidos separados.
Los defensores de las mujeres, incluidos los legisladores de todo el espectro político, quieren que las mujeres puedan elegir el nombre que usan, pero no es posible según la ley japonesa.
Takaichi, la más conservadora de las dos candidatas, señaló que el país debería continuar con el sistema existente para evitar confusiones entre las parejas y sus hijos con apellidos diferentes.
Los dos candidatos masculinos adoptaron una postura desigual, pues Kono apoya permitir que las parejas casadas tengan apellidos diferentes, mientras que Kishida prefirió consultar antes a la opinión pública.
Los cuatro aspirantes sostendrán otro debate televisado hoy, y de momento el concurso por la presidencia del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) todavía se considera impredecible.
Quien gane en los comicios internos de este 29 de septiembre se convertirá casi automáticamente en primer ministro debido a la mayoría del PLD en la Cámara Baja del Parlamento.
En el amplio debate sobre temas que van desde la Covid-19 hasta las pensiones y la diplomacia, Kono instó al diálogo con China, una postura de la que se hizo eco Kishida.
Si ningún candidato obtiene la mayoría en una primera ronda, se llevará a cabo una segunda vuelta entre los dos primeros.
Takaichi y Noda, que compiten por convertirse en la primera líder femenina de Japón, son vistas como una posibilidad remota, aunque la primera cuenta con el respaldo del exmandatario Zhinzo Abe y otros conservadores del PLD.
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