Esa formulación concentró el discurso retransmitido por videoconferencia del rey saudita, Salman bin Abdulaziz, ante el periodo 76 de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Como uno de los fundadores, el reino del desierto, dijo, sigue comprometido con los objetivos y principios destinados a mantener la paz, la seguridad, resolver conflictos mediante diálogo, respetar la soberanía e independencia y la no injerencia.
El rey Salman apuntó que Irán es un país vecino, con el cual aspira a lograr cooperación apegada a normas y resoluciones de legitimidad internacional.
También se refirió al apoyo saudita a los esfuerzos para resolver el conflicto de la presa Renaissance y preservar los derechos al agua de Egipto y Sudán, al igual que los destinados a una solución en Libia y Siria, bajo los auspicios de la ONU.
De igual manera invocó la necesidad de una solución justa y duradera basada en resoluciones internacionales y la Iniciativa de Paz Árabe que garantice el derecho de Palestina a establecer un Estado independiente en las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como su capital.
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