Al intervenir en la asamblea anual de la principal organización empresarial de Italia, Confindustria, Draghi adelantó en los próximos días el gobierno revisará al alza su pronóstico de crecimiento de un seis por ciento para este año, superior al 4,5 estimado en la primavera.
En ese sentido, recordó que la producción industrial rebasó en julio último el valor registrado antes del inicio de la pandemia en febrero de 2020, mientras que en el segundo trimestre de este año las exportaciones aumentaron 4,8 por ciento respecto al mismo período de 2019, previo a la crisis sanitaria.
El jefe de Gobierno indicó que el reforzamiento de la economía, está acompañado por una mejoría del empleo con 440 mil nuevos puestos de trabajo al cierre del mes de julio, aunque, dijo, existen aspectos preocupantes como que dos tercios de los nuevos contratos son por tiempo determinado.
Tras subrayar que en 2020 más de dos millones de familias estaban en situación de pobreza absoluta, apuntó que el crecimiento actual es, en cierta medida, un repunte vinculado a la caída de 8,9 por ciento del Producto Interno Bruto registrada el año pasado, en lo que calificó como una de las recesiones más profundas de Europa.
Por tanto, precisó, era inevitable que la reapertura fuera acompañada de una fuerte aceleración de la actividad y añadió que el desafío para el gobierno, todo el sistema productivo y los interlocutores sociales, es lograr que esa recuperación sea duradera y sostenible.
Al respecto, Draghi llamó a ‘preservar las buenas relaciones laborales que garanticen equidad y paz social y la producción’ y ‘acelerar con nuestro programa de reforma e inversión, para mejorar la tasa de crecimiento de la economía italiana a largo plazo’.
jcm/fgg