Las declaraciones de la ministra de Relaciones Exteriores se produjeron durante una mesa redonda virtual organizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo centrada en la búsqueda de la paz en este país.
El cronograma de retirada, apuntó, será establecido por el Comité Militar Conjunto 5 + 5, que agrupa a representantes de las autoridades rivales libias.
Manifestó que esa entidad además discutirá la unificación del ejército y la integración o desmantelamiento de las milicias armadas desplegadas en diversas zonas del país.
Libia está inmersa en una espiral de violencia desde el derrocamiento de Muamar al Gadafi en 2011, luego de una guerra apoyada directamente por varios miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, entre estos Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
La tensión escaló en 2014 cuando las tropas del mariscal Jalifa Haftar, jefe de facto del Gobierno paralelo establecido en la occidental ciudad de Tobruk, intentaron ocupar esta capital, asiento de las autoridades reconocidas entonces por la comunidad internacional.
En medio de esa situación Turquía envió a principios del pasado año miles de mercenarios sirios para enfrentar a las tropas de Haftar, lo cual cambió la correlación de fuerzas.
Bajo el auspicio de la ONU, 75 delegados libios en representación de diversas facciones y territorios, eligieron en febrero último un Gobierno de transición, encargado de dirigir a esta nación árabe hasta la celebración de los comicios el 24 de diciembre venidero.
El Gobierno interino de Unidad Nacional, dirigido por el primer ministro Abdul Hamid al Dbeibah; y el parlamento nacional mantienen serias diferencias en torno a la elaboración del presupuesto y a la aprobación del documento que regirá esas elecciones.
Hace dos días el congreso retiró la confianza al ejecutivo al aprobar una moción de censura, criticada tanto por las autoridades como por la Misión Especial de Naciones Unidas para Libia.
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