Con el triunfo electoral de los laboristas en Noruega, la región conformada también por Dinamarca, Finlandia, Suecia e Islandia, optó en su totalidad por el respaldo a formaciones de corte socialdemócrata, fenómeno visto por los analistas como un resurgimiento de esa corriente.
Aun cuando el escenario político de Islandia pudiera transformarse en los comicios de mañana sábado, el retroceso de la derecha en esas naciones demuestra una situación cambiante que repercute también en otros países europeos.
En declaraciones a la cadena británica BBC, el profesor de Sociología de la Universidad de Oslo, Haldor Byrkjeflot, señaló que esta ‘hegemonía de izquierda’ se debe al respaldo ganado nuevamente por el denominado modelo nórdico, el cual promueve el bienestar general y se basa en la cooperación social a todos los niveles.
Además, apuntó que la pandemia de la Covid-19 sacó a la luz las deficiencias de las políticas vigentes y demostró la necesidad de reducir la desigualdad, agudizada por los conservadores.
Por otra parte, desde hace unos años se observa en Europa un rechazo a los partidos tradicionales, así como el ascenso de agrupaciones ecologistas o de otra índole que son más propensas a respaldar a formaciones orientadas a la izquierda.
En Noruega los laboristas de Jonas Gahr triunfaron en los comicios del 13 de este mes con una campaña orientada a la gente común y basada en promesas como el incremento de los impuestos a los ricos, el mejoramiento del sistema de salud y un mayor acceso a la vivienda.
No obstante, la formación de un Gobierno en ese país depende del establecimiento de alianzas con partidos minoritarios, de orientación ambientalista y de izquierda.
Algunos estudiosos indican que el ‘modelo nórdico’ estuvo contaminado por el neoliberalismo en las últimas décadas y señalan que en estos momentos está volviendo a sus orígenes, pero esto no significa una transformación en sistemas socialistas.
De hecho Estados como Dinamarca están centrados en economías de mercado y su primera ministra, Mette Frederiksen, es fuertemente criticada por su política antiinmigrante.
Sobre la posible duración del reinado socialdemócrata en la región, medios de prensa consideran que es difícil de predecir y aconsejan observar las elecciones de mañana en Islandia, las cuales estarán marcadas por la diversidad de partidos con escaños.
También es necesario tener en cuenta el desenlace de los comicios en un importante vecino europeo: Alemania, donde los socialdemócratas de Olaf Scholz amenazan con sacar del poder a la Unión Democristiana, de la canciller federal Angela Merkel.
La salida de la ‘Dama de hierro’ germana del escenario político y el desplazamiento de los conservadores en los Estados nórdicos pudieran dar comienzo a una nueva etapa en una Europa marcada por una crisis climática y sanitaria sin precedentes.
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