Durante una comparecencia presencial en la sesión de alto nivel de la ONU, el jefe del gobierno provisional del país africano consideró necesario un ‘mandato robusto’ de la Minusma, la cual, afirmó, debe contar con todos los medios posibles para garantizar estabilidad en Mali.
Constituye una prioridad la lucha más eficaz contra la criminalidad internacional que azota con sus acciones nuestro país, afirmó el Primer Ministro de un ejecutivo interino formado en agosto de 2020.
Kokalla Maiga se refirió al esfuerzo del gobierno provisional de su país de instrumentar un mecanismo de cooperación con la ONU y se pronunció por la aplicación de un acuerdo de estabilización y de paz para lograr un proceso inclusivo.
Las autoridades actuales, afirmó, pusieron en práctica un plan de desarme de grupos armados, de lo cual ya hicieron uso mil 200 de unos tres mil miembros de formaciones radicales en el occidental estado africano.
Además, se busca la puesta en práctica de cambios para refundar el estado en Mali, incluida la celebración de elecciones generales creíbles e inclusivas, cuyo éxito permitirá medir el éxito de la transición política, estimó.
Tras la aprobación de la resolución 2100 del Consejo de Seguridad de la ONU, destinada a crear la Minusma hace ocho años, la situación actual en la lucha contra el terrorismo en mi país continúa difícil, lo cual se une a los efectos de la pandemia de Covid-19, subrayó.
Respecto al cambio climático, uno de los temas comunes declarados para la agenda de la actual sesión de la Asamblea General, el estadista africano indicó que su nación es afectada por la desertificación, la sequía de ríos y, al mismo tiempo, por inundaciones.
En agosto de 2020 se produjo un golpe de estado de una junta militar que instaló un gobierno provisional para un periodo de transición de 18 meses. Como presidente del país fue designado Bah Ndwa, un coronel retirado y exministro de Defensa.
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