Entre vítores y aplausos, Puigdemont caminó desde la plaza de Porta Terra hasta el puerto de la única ciudad italiana de cultura y lengua catalanas, donde culminó el desfile tradicional de personas ataviadas con trajes típicos de diferentes lugares de Cataluña.
‘Estoy bien, aquí estoy como en casa’, dijo el expresidente de la Generalitat de Cataluña al arribar a la sede del gobierno municipal para reunirse con el alcalde, Mario Conoci, indicaron medios locales.
El dirigente político estuvo antes en Sassari, la capital sarda donde se reunió con colaboradores y el abogado que lo representa en esta ocasión, Agostinangelo Marras, para acordar la estrategia procesal con vistas a la audiencia del próximo 4 de octubre en la cual el juez deberá decidir sobre el pedido de extradición a España.
Puigdemont fue arrestado por autoridades policiales italianas al arribar a Alghero el pasado día 23 para participar en encuentros con el movimiento autonomista de la isla, el gobernador, Christian Solinas, y el presidente del Consejo Regional, Michele Pais.
Un día después de la detención, realizada en respuesta a una orden internacional de búsqueda y captura emitida por el Tribunal Supremo español, la Corte de Apelaciones de Sassari consideró legal el arresto, pero liberó al líder catalán, aunque dejó pendiente la decisión sobre la solicitud de extradición.
En opinión de expertos citados por varios medios, aunque son remotas las posibilidades de que la justicia italiana falle a favor de la petición del tribunal ibérico, el proceso puede concluir también, sin mayor trascendencia, si Puigdemont, deja de asistir a la audiencia.
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