El gobierno del presidente Joe Biden propone ubicar a unos 650 mil inmigrantes que llegaron al país norteño cuando eran menores de edad -conocidos como Dreamers (Soñadores)- al final de la lista para ser deportados a sus respectivos países.
Mañana martes será publicado en el Registro Federal, como se denomina a la gaceta oficial del gobierno, un documento de 205 cuartillas con los detalles de la norma, con lo cual se abre un período de 60 días para recibir sugerencias de la población antes de la redacción definitiva de la disposición.
De esa forma, la Casa Blanca gana tiempo para preservar el DACA, puesto en vigor en 2012, durante el mandato de Barack Obama, y declarado ilegal en julio por un juez de Texas.
Anteriormente el exmandatario Donald Trump (2017-2021) intentó poner fin a esa disposición, pero la Corte Suprema lo impidió en aquel entonces.
En junio último, los demócratas de la Cámara Baja avalaron dos iniciativas que intentan dar acceso a la ciudadanía a titulares de varios programas migratorios, incluido el DACA, pero aún falta el visto bueno del Senado, donde los republicanos ya plantearon su rechazo.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, afirmó este lunes en un comunicado que es importante proteger a quienes contribuyen al desarrollo del país, pero sólo el Congreso puede brindar una solución permanente.
La propuesta surge cuando la agenda de inmigración del presidente Joe Biden es objeto de críticas por parte de demócratas y republicanos, quienes alegan que la administración actual prometió un enfoque más humano respecto al tema y aún aplica políticas de la era Trump.
La semana pasada, unos 15 mil migrantes, principalmente haitianos, fueron detenidos en un campamento debajo de un puente en la frontera entre Estados Unidos y México en Texas y fueron expulsados de allí, víctimas de malos tratos por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza.
Como argumento utilizaron el conocido como Título 42, el cual da potestad a los funcionarios federales para expulsar rápidamente a los migrantes de Estados Unidos durante la pandemia de Covid-19, eludiendo el proceso legal para solicitar asilo.
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