En su peril de Twitter, Morales afirmó que la humanidad necesita solidaridad ante la adversidad, y respaldó a los migrantes que buscan salvar sus vidas de los efectos devastadores de la pandemia de Covid-19 y del capitalismo salvaje.
Numerosas voces se levantaron en contra de estos atropellos acontecidos en Chile, y
la situación fue repudiada también por el relator especial de Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los migrantes, Felipe González.
Este calificó de inadmisible humillación el ataque incendiario contra personas vulnerables, ‘afectándolos en lo más personal’.
Por su parte el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó en alocución pública los recientes hechos de violencia y discriminación perpetrados contra venezolanos en Iquique, incluida una operación de desalojo de sus refugios temporales por las autoridades y la quema de sus pertenencias por sectores extremistas.
Maduro aseveró que su Gobierno favorece el retorno voluntario de connacionales migrantes que están en condiciones de vulnerabilidad en otros países de Sudamérica, donde resultan víctimas de episodios xenófobos.
En Chile, la Comisión de Migraciones del partido Convergencia Social también deploró el desalojo masivo de indocumentados por parte de la policía de Carabineros este fin de semana en la plaza Brasil, de la norteña ciudad de Iquique, y la posterior realización allí de una marcha que concluyó con la quema de carpas, colchones y coches de niños.
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