Dijo que por ningún motivo se permitirán violaciones a los derechos humanos de quienes tratan de cruzar el territorio nacional con rumbo a Estados Unidos y recalcó que el gobierno no tiene una política contra los migrantes a pesar de algún hecho individual y casuístico ya sancionados.
Explicó que la gran mayoría del último flujo de haitianos está conformado por gente que residía en Chile y Brasil, y llegaron por una mala interpretación del anuncio del gobierno de Joe Biden de ampliación del plazo para regularizar la estancia de quienes residían en territorio estadounidense.
México, precisó, les ha ofrecido refugio a quienes no tienen esa condición y hay 13 mil 255 solicitudes que se van a responder en positivo.
El canciller mexicano insistió en que hay una relación de respeto, no de subordinación, con Estados Unidos y pese a quienes tienen mucho interés en que vaya mal y haya desencuentros entre los gobiernos de ambas naciones, hay una buena relación.
En ese sentido, comentó que al gobierno de Joe Biden, se le planteó un nuevo modelo que prioriza el desarrollo de la región emisora de migrantes, con inversión en Honduras, Guatemala, el Salvador y otros países porque el impacto de la pandemia ha sido gigante en esas economías.
Por otra parte, Ebrard informó asimismo a los senadores que México llevará al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que le tocará presidir en noviembre, dos temas que se requiere unificar, el de la pobreza y desigualdad como promotores de conflictos y el de las armas.
Los principales productores de armamento están en la mesa de ese Consejo de Seguridad y se lo vamos a decir, con urbanidad, pero se los vamos a decir, resaltó.
Aclaró que si bien la relación con Estados Unidos es relevante para el país, México no abandona su relación con América Latina y el Caribe.
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