El 26 de este mes, los berlineses debían participar en la votación nacional para seleccionar a los 709 miembros del Bundestag (Parlamento alemán), pero también debían elegir a los integrantes de la Cámara regional y del gobierno municipal.
Además, tenían que acudir a las urnas para expresar su opinión en un referendo sobre la expropiación de grandes inmobiliarias.
Medios locales refirieron la inconformidad de los ciudadanos con las condiciones en que se celebró la jornada, pues debieron esperar durante horas y hacer largas colas para poder votar.
Además, hubo retrasos con la llegada de las boletas y varios colegios recibieron las papeletas de otros, por lo que tuvieron que cerrar e invalidar las ya emitidas.
Tras reconocer su responsabilidad, Michaelis lamentó lo sucedido y pidió ser sustituida en octubre.
Una investigación inicial detectó problemas en cerca de un centenar de centros electorales, pero las indagaciones continúan y sus resultados serán divulgados la semana próxima.
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