Hacemos un llamado a todos los países, especialmente a Estados Unidos, para que traten a Afganistán a la luz de los derechos, las leyes y los compromisos internacionales para evitar consecuencias negativas, dijeron los talibanes en su cuenta de Twitter.
Según la nueva directiva afgana, Estados Unidos ha violado todos los derechos y leyes internacionales, así como sus compromisos contraídos durante el proceso de paz que se llevó a cabo en Doha, Qatar.
Observadores consideran que la estrategia estadounidense se basaría en el monitoreo de inteligencia basada en tecnología y ataques lanzados desde fuera del país.
Washington argumenta que tales acciones están justificadas por el derecho internacional cuando un gobierno ‘no puede o no quiere’ abordar una amenaza de grupos que operan en su territorio.
Tanto Estados Unidos como los talibanes consideran al Estado Islámico de Khorasan un enemigo, lo que ofrece la posibilidad de alguna cooperación.
Esa facción se atribuyó la responsabilidad del ataque del 26 de agosto en el aeropuerto internacional de Kabul, entonces controlado por Estados Unidos, y más recientemente de los ataques con bombas en la ciudad oriental de Jalalabad.
No obstante, expertos de derechos advirtieron que esta estrategia norteamericana podría cobrar un precio aún mayor en la población civil que las acciones tradicionales sobre el terreno.
El pasado 17 de septiembre, Estados Unidos reconoció que un ataque con drones realizado pocos días antes resultó en la muerte de 10 civiles, incluido un trabajador humanitario y hasta siete niños.
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