La nueva ley de seguridad prohíbe los preparativos para ataques terroristas, lo cual la alinea a las de la mayoría de los demás países, según el ministro de Justicia, Kris Faafoi.
En todo el mundo hay más actores solitarios que grupos organizados más grandes, declaró el funcionario en referencia velada al asaltante que protagonizó los sucesos en Auckland.
La normativa otorga a la policía el poder de entrada, registro y vigilancia sin orden judicial en sus esfuerzos por prevenir la planificación y preparación de actos terroristas y criminaliza el entrenamiento en armas o el combate para tales fines.
El atacante de Auckland era Aathil Mohamed Samsudeen, un ciudadano de Sri Lanka de 32 años, que fue asesinado a tiros por la policía momentos después.
Había sido puesto en libertad en julio después de pasar unos tres años en la cárcel, y se inspiró en el grupo militante Estado Islámico para lanzar el ataque.
En 2020, las autoridades intentaron sin éxito acusarlo de delitos de terrorismo después de que compró un cuchillo de caza y lo encontraron en posesión de videos del Estado Islámico.
Un juez dictaminó que Samsudeen no violó las leyes de terrorismo vigentes en ese momento, por lo que fue puesto en libertad y solamente tenía vigilancia policial las 24 horas.
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