Los sindicalistas confirmaron que el próximo lunes será un día de paro nacional para denunciar el aumento de los raptos para exigir rescate, ‘que amenaza a todos’, mientras la venta irregular de carburantes duplica y triplica su precio en el mercado irregular, señaló Jacques Anderson Desroches, portavoz de la Fuerza sindical para salvar a Haití.
Desroches condenó igualmente, la ‘humillación infligida por Estados Unidos’ a los migrantes provenientes de Haití, y criticó que el primer ministro Ariel Henry no emitió una nota de protesta ni pidió una moratoria a las deportaciones.
Cerca de cuatro mil haitianos fueron devueltos de Estados Unidos desde el 19 de septiembre, cuando ese país inició una serie de deportaciones masivas en medio de una crisis migratoria que llevó a unas 15 mil personas a la ciudad Del Río, Texas, la mayoría de ellos haitianos.
Por su parte, México también retornó la víspera a unos 70 nacionales del país caribeño, que regresaron de manera voluntaria.
La huelga de los sindicalistas se une a la propuesta por el sector protestante que anunció el cierre de todas sus instituciones, con excepción de los centros de salud, en denuncia contra la marcada inseguridad y el asesinato de un diácono en un una iglesia de Puerto Príncipe.
Por su parte, organizaciones progresistas programaron una manifestación este jueves frente a la embajada estadounidense contra la injerencia de ese país en los asuntos internos de Haití.
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