En un encuentro de la organización, Bayou pidió tener en cuenta que la ecología puede representar un punto de unidad, porque constituye el presente y el futuro, a partir de su capacidad de satisfacer las necesidades de los seres humanos y en particular de los más vulnerables.
Jadot logró imponerse esta semana en las primarias de los ecologistas, una corriente que cobró protagonismo en la política francesa, tras sus buenos resultados en los comicios europeos de 2019 y las municipales del año pasado.
Sin embargo, la izquierda ya tiene varios candidatos, entre ellos el líder de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, el único con doble dígito en las encuestas, aunque lejos de los principales favoritos; la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el secretario nacional del Partido Comunista, Fabien Roussel.
De acuerdo con los sondeos, Jadot obtendría en las presidenciales de abril próximo entre un seis y nueve por ciento de los votos, carrera que encabeza el actual jefe de Estado, Emmanuel Macron.
Le siguen los que parecen destinados a disputar el otro cupo hacia el balotaje, la representante de la extrema derecha Marine Le Pen y el integrante de la derecha tradicional Xavier Bertrand.
Para Bayou, la ecología puede aglutinar a las fuerzas humanistas, progresistas, feministas, demócratas y de izquierda, pero expertos ven poco probable que los aspirantes al Palacio del Elíseo, que defienden esas posiciones, fijen una candidatura única.
Solo juntos podemos ganar, evitando la infantil enfermedad de la división, manifestó este sábado el líder de EELV.
Cuando restan apenas siete meses para las presidenciales, las principales fuerzas políticas: oficialismo, derecha tradicional, izquierda y extrema derecha, consideran la unidad una premisa fundamental para avanzar a la segunda vuelta, pero todas tienen desafíos duros en ese sentido.
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