En declaraciones a la emisora LBC desde Manchester, donde asiste a la conferencia anual del Partido Conservador, Johnson cuestionó la legalidad de las protestas organizadas por el grupo Insulate Britain en las últimas semanas, y apuntó que solo impiden a la gente ir a trabajar y causan un gran daño a la economía del país.
La víspera, medio centenar de manifestantes interrumpió el tráfico vehicular en varios puntos neurálgicos de esta capital, incluido el túnel de Blackwall bajo el río Támesis, en la hora pico de la mañana.
La protesta siguió a otras similares realizadas días atrás en la M25 y otras autopistas que circunvalan Londres, y en la entrada del Puerto de Dover, en el sur de Inglaterra.
Las autoridades obtuvieron varias órdenes judiciales que prohíben las manifestaciones ambientalistas en las carreteras principales alrededor de la capital británica y en el sur del país, pero ecologistas anunciaron que se mantendrán en las calles pese a las amenazas de cárcel y multas.
Las acciones continuarán hasta que el gobierno emita un comunicado donde diga que aislará los 29 millones de viviendas del Reino Unido, que están entre las más viejas y las que más fugas tienen en toda Europa, aseveró este martes la organización ambientalista en un comunicado.
En el texto, el portavoz de los manifestantes Liam Norton ofreció disculpas a la población por las interrupciones causadas en las últimas tres semanas, pero recalcó que la gravedad de la situación exige una respuesta urgente.
De acuerdo con Insulate Britain, al menos ocho mil 500 personas mueren cada invierno en el Reino Unido porque las casas no están equipadas correctamente para mantener el calor.
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