Pueden cambiar las leyes, aumentar los castigos, secuestrar nuestros ahorros y llevarnos a la cárcel, pero matar al mensajero no destruirá el mensaje de que nuestro país está enfrentando un riesgo nunca visto y de que el gobierno nos está fallando, afirmaron los ecologistas en un comunicado.
La víspera, Patel anunció en un discurso ante la conferencia del gobernante Partido Conservador que se impondrán penas de hasta seis meses de cárcel, multas por una cuantía ilimitada, o ambas, a quienes obstruyan autopistas y otras rutas estratégicas del país.
Agregó que la policía tendrá nuevos poderes para impedir la participación en las protestas de personas que considere pueden causar problemas, y registrar a los activistas para decomisarles cualquier objeto que pueda ser usado para impedir el tráfico vehicular.
Las nuevas penalidades, que serán incluidas en un proyecto de ley policial que se tramita en el Parlamento británico, abarcarán también a quienes obstruyan la construcción de una infraestructura autorizada o las imprentas de los medios de prensa.
Insulate Britain, que asegura que al menos ocho mil 500 personas mueren cada invierno en el Reino Unido porque las casas no están equipadas correctamente para mantener el calor, se dedica desde hace varias semanas a obstaculizar el tráfico vehicular en autopistas que rodean Londres.
El lunes pasado también causaron caos en cuatro puntos neurálgicos de esta capital, tras lo cual el primer ministro, Boris Johnson, los calificó de ‘roñosos irresponsables’.
Pese a las amenazas de cárcel y el repudio de algunos sectores de la población, los ambientalistas anunciaron que mantendrán las protestas hasta que el gobierno se comprometa a mejorar el aislamiento de los 29 millones de viviendas del Reino Unido, que están, afirman, entre las más viejas y las que más fugas tienen en toda Europa.
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