El también conocido como ‘corazón verde’ de Italia por sus ciudades medievales en colinas, densos bosques, las peculiaridades de la cocina local, sus trufas y vinos, comparte suerte en esta iniciativa con otras cuatro ciudades europeas: Castellón (España), Potsdam (Alemania); la danesa Aarhus y Bucarest, capital de Rumanía.
DivAirCity, inclusión y diversidad para ciudades más verdes, tiene el propósito de mejorar la diversidad humana, la inclusión y la cooperación para desarrollar soluciones nuevas y efectivas para entornos urbanos más sostenibles.
Para su desarrollo cuenta con el apoyo de 26 organizaciones de la Unión Europea y 68 partes interesadas externas de los cinco continentes y del cual por Italia son parte el Instituto de Investigación en Ecosistemas Terrestres y el Instituto de Contaminación del Aire del Consejo Nacional de Investigación (CNR-Iret y CNR-Iia).
Roma acogió el primer taller del DivAirCity, el cual, al decir de Angela Augusti, de Cnr-Iret, a través de la ciencia ciudadana y la creatividad, el proyecto busca definir nuevos servicios y modelos urbanos hacia ciudades verdes impulsadas por la cultura.
Explicó que el mismo está centrado en el nexo urbano el cual combina personas, lugares, paz, crecimiento económico, solidez climática y soluciones basadas en la naturaleza, con el fin de mejorar la inclusión de la ciudadanía y la atención al medio ambiente.
Las cinco ciudades involucradas en el estudio, según un comunicado, están unidas por diferentes problemas y peculiaridades, además representan casos de estudio replicables, esenciales para extender los resultados a otras áreas del mundo.
La implicación de ciudadanos con diferentes antecedentes sociales, biográficos y culturales representa uno de los pilares del proyecto.
Augusti también comentó que serán tenidos en cuenta todos los grupos de edad, géneros, niveles educativos y discapacidades, pues esas personas por lo regular viven en entornos más sujetos a la contaminación del aire y a soluciones poco saludables.
Precisó, asimismo, que los efectos de la contaminación atmosférica son especialmente evidentes en las zonas más desfavorecidas, por lo que la participación de todos constituye el primer paso en el desarrollo de soluciones ecológicas y de protección del medio ambiente.
Las personas y sus diferencias individuales son un recurso fundamental para el proyecto DivAirCity, para abordar la contaminación del aire y los desafíos climáticos con un enfoque capaz de potenciar la diversidad y garantizar una sociedad urbana sana, innovadora, cultural y de atención a los ecosistemas, concluyó.
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