Solo de julio a septiembre el Cardh registró 221 casos, de ellos 117 en el noveno mes del año, mientras que desde inicios de 2021 se reportaron 628 raptos para exigir rescate, reveló la organización.
Entre los secuestrados figuran 25 extranjeros de tres países y cuatro residentes, sin embargo, el total se irá ampliando a medida que las naciones afectadas faciliten información sobre las víctimas, aseguró el informe.
También registraron un crecimiento de los secuestros masivos (coches públicos y privados con ocupantes), un método utilizado por la banda armada 400 mawozo, que opera en Croix des Buquets, a unos 11 kilómetros de esta capital.
A inicios de semana, el sector protestante organizó un paro general para quejarse del fenómeno, luego del asesinato de un pastor tras un intento de secuestro en septiembre, y el rapto de otro líder religioso el domingo pasado.
La mayoría de las actividades económicas, docentes y de la administración pública se paralizaron, sin embargo, el Gobierno no se pronunció sobre la huelga ni el aumento de la inseguridad.
La espiral de violencia se agudizó en Haití en los últimos meses, incluso antes del magnicidio contra el presidente Jovenel Moïse, ocurrido el 7 de julio.
El lunes pasado, la representante de Naciones Unidas en Haití, Helen La Lime, advirtió ante el Consejo de Seguridad del organismo que las bandas armadas extendieron su control a grandes franjas de la capital, mientras continúa la crisis económica y política.
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