El Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (Cardh) registró al menos 221 secuestros de julio a septiembre, y este último mes fue particularmente inseguro con 117 raptos reportados, casi el 53 por ciento del total.
De enero hasta la fecha, la organización contabilizó 628 de estos casos, 29 de ellos que involucran a ciudadanos extranjeros o residentes permanentes, aunque las cifras pueden ser mayores, indicaron.
A inicios de esta semana el sector protestante convocó a un paro general, luego que dos pastores fueran víctimas del fenómeno, uno de ellos incluso murió en las puertas de la Primera Iglesia Bautista de esta capital.
A la huelga se sumaron varios grupos, al tiempo que las actividades educativas, económicas y comerciales se paralizaron en Puerto príncipe y otras ciudades del país.
Mientras, los secuestros continúan aterrorizando a la población, muchos de ellos a manos de bandas armadas que también incrementan su influencia en el negocio de la venta ilícita de combustible, o incautan camiones distribuidores para luego exigir un rescate.
Al menos ocho medios de transporte de este tipo fueron confiscados en los barrios de Cité Soleil y Martissant, en Puerto Príncipe, lo cual aumentó la crisis por el racionamiento del rubro que vive el país desde inicios de junio.
Las asociaciones de empresarios relacionados con los productos petroleros advirtieron al Gobierno que si la situación continúa, la nación se encamina hacia la catástrofe económica, con muchos surtidores que ya cerraron sus puertas por no poder hacerle frente a la inseguridad.
El Gobierno, por su parte, aún no se pronunció por los recientes actos de violencia de las pandillas, aunque prometió a mediados de septiembre restablecer el clima de paz en el país.
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