Esta fase dura dos semanas y forma parte de los preparativos para la prueba de infalibilidad pública del sistema de votación electrónica, que tendrá lugar en noviembre.
Al menos 39 personas se inscribieron para trabajar en el examen de los códigos-fuente y se les denomina investigadores.
Entre las actividades que realizarán estos especialistas figura la elaboración de un ‘plan de ataque’ a las urnas electrónicas.
Tal ensayo de agresión debe ser enviado al TSE antes del 25 de octubre.
En noviembre, los mismos investigadores volverán a la Justicia Electoral para ejecutar el plan y tratar de encontrar vulnerabilidades en las urnas para ser corregidas.
Según José de Melo Cruz, coordinador de sistemas electorales del TSE, esta fase servirá para mostrar ‘dónde podemos mejorar’.
‘(Es) solo el principio del proceso, que pueden mirar el código fuente y luego hacer sus planes de ataque para que en el evento principal puedan atacarnos’, señaló Melo.
El coordinador negó que el sistema electrónico permita alterar el resultado electoral y aseguró que, si ocurriera algún fraude, se descubriría fácilmente.
‘Imaginar que la Justicia Electoral puede, desde el momento de la publicación del boletín de las urnas y en la transmisión o en el recuento, alterar este resultado, es admitir que todos los brasileños participantes en este proceso son tontos’, comentó.
Recalcó que sería un timo lerdo y sencillamente no es viable, porque se descubriría fácilmente.
Melo añadió asimismo que la apertura de los códigosç-fuente no supone riesgos para el proceso electoral.
‘Cuanto más se abre, más transparencia se consigue y se evita el fraude. Porque si alguien dice algo incorrecto, otras personas dirán lo correcto. El fraude no se combate con el secreto, sino con la transparencia’, insistió.
Para el juez auxiliar de la presidencia del TSE, Sandro Vieira, las pruebas servirán para garantizar a la sociedad la seguridad de las urnas y la eficiencia del sistema electoral brasileño.
‘Toda la clase política puede tener confianza en que los tribunales electorales no están al servicio de grupos de la sociedad, sino al servicio de la democracia’, aseveró el magistrado.
Destacó además que hay una gran politización en torno a las justas comiciales y pidió que los investigadores hagan un ‘análisis puramente técnico’ y ‘dejen de lado las ideologías’.
No laboramos para la derecha o la izquierda. ‘Trabajamos para construir un sistema democrático’, remarcó.
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