La legislación obliga a revisar las remuneraciones cada dos años y cuando ya se aprestan a convocar la mesa de negociación, los empleados arguyen la imposibilidad de cubrir el costo de la vida con los actuales emolumentos, mientras la patronal se atrinchera en el efecto de la crisis sanitaria sobre sus finanzas.
Un aumento del salario mínimo impactaría las cifras de desempleo, informalidad, inflación y reduciría la posibilidad de generación de nuevos empleos, opinó el diario La Estrella de Panamá, y agregó que afectaría la liquidez de las empresas, muchas de las cuales mantienen a sus trabajadores con jornadas reducidas.
El ajuste provocará un efecto dominó, encarecerá los precios de los servicios y consumos para pagar los ajustes al sueldo y a pesar de aumentar el poder adquisitivo a los que menos ganan, la subida del costo de la vida neutralizaría cualquier acción a favor de los ingresos personales, según el experto Eduardo Valle.
En tanto, la sindicalista Nelva Reyes, insistió en la necesidad de la discusión porque ‘hay miles de trabajadores que no están organizados en sindicatos y no tienen ninguna esperanza de que se les aumente su sueldo’, mientras su única opción es a través de la Comisión de Salario Mínimo.
Aumentó el costo de la canasta de alimentos, de transporte, medicamentos, en fin, en todo lo que requiere una familia, pero los salarios se achican cada vez más y la posibilidad de comprar casi no existe para muchos, afirmó, al tiempo que argumentó: ‘no ha habido un empresario que le aumente la remuneración a los trabajadores por su propia voluntad’.
Por otra parte, en la discusión del salario mínimo en 2019, la posición de los sindicatos era que, para cubrir la canasta familiar, el monto debía alcanzar los mil 400 dólares mensuales, pero al final lo aprobado fueron 625 dólares como promedio.
Sin embargo, las tasas son aplicables por hora, actividad económica, ocupación, tamaño de la empresa y las dos regiones en que para estos fines dividen el país.
En el debate generado en aquel momento la economista Maribel Gordón recordó que ‘la Constitución dice que (el ingreso) debe garantizar la vida digna y debe garantizar cubrir las necesidades fundamentales de vida’.
El costo de la subsistencia y su aumento constante en nuestro país está más relacionado con la especulación de sectores empresariales que cuentan con oligopolios en renglones como alimentos, medicinas, viviendas, la matriz energética, salud y educación, y ello se debe al vínculo entre economía y política, declaró el sociólogo Alonso Ramos.
‘Cada cinco años los sectores empresariales le apuestan a las facciones políticas organizadas a través del sistema de partidos, para que luego quien gane le devuelva los favores’, denunció.
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