La explosión ocurrió en Asadabad, la capital de la provincia de Kunar, y tuvo como objetivo al máximo responsable policial del distrito de Shigal, aunque también provocó 11 heridos.
Un médico del hospital central de Kunar confirmó a la prensa local que había recibido a 11 heridos, incluidos cuatro combatientes talibanes y siete civiles.
Nadie se atribuyó la responsabilidad del atentato, pero todo apunta al grupo Estado Islámico-Khorasan (IS-K, siglas en inglés), activo en esa zona y causante de hechos similares en el pasado.
El IS-K se atribuyó la responsabilidad de algunos de los ataques más recientes, incluido un atentado suicida entre fieles la semana pasada en una mezquita chií en la provincia de Kunduz que mató a unas 100 personas.
Por otra parte, una delegación de alto nivel de la administración talibán en funciones de Afganistán llegará a Ankara para conversar con funcionarios turcos.
La comitiva está encabezada por Amir Khan Muttaqi, el ministro interino de Relaciones Exteriores, quien cumple a invitación extendida por el canciller de Turquía, Mevlut Cavusoglu. Balkhi dijo que las dos partes discutirán cómo mejorar las relaciones bilaterales, el comercio, la ayuda humanitaria, la migración y los problemas de transporte aéreo.
Este será el primer contacto de alto nivel entre Turquía y la nueva administración en Afganistán después de que los talibanes asumieron el poder el 15 de agosto.
La visita se produce después de que los líderes talibanes mantuvieran esta semana una serie de reuniones con Estados Unidos, 10 países europeos y representantes de la Unión Europea en Doha, la capital de Qatar.
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