El Movimiento de Libertad por la Igualdad y la Fraternidad (Moleghaf), Konbit òganizasyon politik ak popilè yo (Unión Organizaciones políticas y populares), Nou Se Dorval (Somos Dorval) y el Mouvman mas revolisyonè (Movimiento revolucionario de masas), criticaron la estancia de más de 15 años de las misiones de la ONU, lideradas por Estados Unidos.
Para Iswick Théophin, de la plataforma Moleghaf, la Oficina de Naciones Unidas en Haití (Binuh, por sus siglas en francés) es ‘un proyecto asesino para el pueblo haitiano’.
Binuh sustituyó a la misión para el apoyo a la Justicia que concluyó en octubre de 2019 y esta a la de pacificación, que arribó a la isla caribeña en 2004.
De acuerdo con esas organizaciones, en los últimos 17 años solo creció la inseguridad, delincuencia y pobreza, al tiempo que aumentaron en número y capacidad las bandas armadas que ahora dominan vastas zonas de la capital y otros departamentos.
A pesar del rechazo, el Consejo de Seguridad de la ONU extendió por otros nueve meses la Binuh, luego de la medición de fuerzas entre Estados Unidos y Washington y a solo horas de que expirara su mandato.
La prórroga sucede en un momento en que Haití está sumido en la violencia y la inestabilidad, la cual se acrecentó tras el magnicidio ocurrido el 7 de julio contra el presidente Jovenel Moïse.
En el nuevo periodo, la Binuh deberá fortalecer la estabilidad política y el buen gobierno, además de apoyar a la Policía Nacional y favorecer un proceso electoral justo y transparente.
Algunos expertos señalan los pobres resultados de esas misiones en casi dos décadas, mientras se invirtieron miles de millones de dólares que pudieron ayudar al desarrollo del país.
La introducción del cólera, violaciones, acoso sexual, niños abandonados y otros figuran entre los capítulos más oscuros de la ONU en Haití.
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