En mensaje enviado a todo el planeta, el titular de Naciones Unidas advirtió que ese mal aumenta por primera vez en dos décadas y ‘la asimetría en la recuperación profundiza aún más las desigualdades entre el Norte y el Sur, mientras la solidaridad brilla por su ausencia, justo cuando más la necesitamos’.
Guterres indicó que la pandemia de la Covid-19 causa estragos en las economías y sociedades, y llevó a la pobreza a unos 120 millones más de personas el año pasado, por lo que es necesario erradicarla, enfrentar el endeudamiento excesivo y garantizar la inversión para la recuperación en los países más necesitados.
En su opinión, la lucha contra esa calamidad debe ser también una batalla contra la desigualdad, ahora muy marcada con el desequilibrio en la distribución de las vacunas, lo cual permite que las variantes del coronavirus SARS-CoV-2 muten y se propaguen de manera descontrolada.
Se trata de una situación que condena al mundo a millones de muertes más y prolonga una desaceleración económica que podría costar billones (millón de millones) de dólares, sentenció el titular de la ONU.
Apuntó que la recuperación global para construir un mundo mejor después de la pandemia, debe comenzar con una voluntad política más fuerte y alianzas sólidas para instaurar una protección social universal hasta 2030, e invertir en la reconversión laboral a favor de la pujante economía verde.
El texto añadió que se debe invertir en puestos de trabajo de calidad en la economía del cuidado, lo que favorecerá una mayor igualdad y garantizará que todas las personas reciban la atención digna que merecen.
También planteó que la reanimación económica y social debe ser inclusiva, porque si es desigual deja atrás a gran parte de la humanidad, aumenta la vulnerabilidad de grupos ya marginados y aleja aún más la posibilidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Guterres significó que ‘el número de mujeres en situación de pobreza extrema supera con creces al de hombres, incluso antes de la pandemia, los 22 individuos más ricos del mundo acumulaban más riqueza que todas las féminas de África, y esa diferencia aumentó, por lo que no podemos recuperarnos utilizando solo la mitad de nuestro potencial’.
El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se celebra cada año el 17 de octubre, proclamado por las Naciones Unidas en 1992, pero la primera celebración tuvo lugar en París, Francia en 1987.
En esa ocasión más de 100 mil personas se reunieron en la plaza del Trocadero para manifestarse a favor de los derechos humanos y la libertad en honor a las víctimas de la pobreza, el hambre, la violencia y el miedo.
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