Durante un acto en esta capital por el 80 aniversario del primer transporte de judíos desde aquí hacia los campos de concentración y exterminio nazis, el mandatario afirmó que esa población enriqueció el acervo cultural germano dejando en él ‘una profunda huella’.
Nunca más el pensamiento o la acción antisemita debe quedar sin respuesta y reacción pública, demandó Steinmeier en el andén 17 de la estación de trenes de Grunewald.
Los alemanes cargamos con la culpa que tuvieron los autores, ayudantes y partidarios del asesinato organizado de judíos europeos, dijo el político quien expresó vergüenza por la privación de derechos que sufrió esa población.
Más de mil hombres, mujeres y niños partieron desde esa estación el 18 de octubre de 1941 y así comenzó la deportación sistemática de judíos desde otros lugares de Europa dominados por los nazis como Minsk, Riga, Varsovia y Auschwitz.
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