En un discurso ante los miembros de la Fundación Biomédica Universitaria, de la Universidad Campos Bio-Médico de Roma, el sumo pontífice señaló que la salud, en particular la católica, necesitó y necesitará siempre estar en red, lo cual, dijo, es una manera de expresar el conjunto.
Tras subrayar la necesidad de compartir el conocimiento, las competencias y la ciencia, Francisco precisó que se refería a ‘la ciencia’ y no sólo a sus productos, los cuales, ofrecidos en modo aislado, son como las vendas capaces de tapar el mal sin curarlo en profundidad.
En ese sentido, citó como ejemplo las vacunas sobre las que reiteró la urgencia de ayudar a los países que tienen menos, pero, apuntó, ‘hay que hacerlo con planes visionarios, no motivados solamente por la premura de las naciones ricas de estar más seguras’.
Los remedios, acotó, deben ser distribuidos con dignidad, no como limosnas piadosas y añadió que ‘para hacer de verdad el bien es necesario promover la ciencia y su aplicación integral, comprender los contextos, cimentar los tratamientos, hacer crecer la cultura sanitaria’.
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