Según la entidad, la autorización para el aumento de la tasa aeroportuaria por pasajero, que al final se revierte en un incremento del precio del pasaje por parte de las aerolíneas, tiene como objetivo ayudar a la recuperación de la terminal aérea, tras el impacto de la pandemia de Covid-19.
La Autoridad de la Aviación Civil del Reino Unido (CAA) aclaró que también se quiere proteger al consumidor, pues el tope de precios propuesto -entre 34 y 47 dólares- es menor al solicitado por los directivos de Heathrow, que querían un incremento de entre 44 y 59 dólares.
Aunque la decisión final se tomará después de una consulta que se extenderá hasta mediados de diciembre, la Asociación de Aerolíneas británicas anunció su oposición a la medida.
La CAA es nuestra última línea de defensa con un aeropuerto monopólico y abusivo, y es por eso que necesitamos un ente regulador fuerte que salga al paso a un despojo flagrante, aseveró el director del gremio, Tim Alderslade.
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