La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, comentó que el mandatario busca acelerar el ritmo de las negociaciones para aprobar el plan de obras y el programa de beneficio social.
El proyecto de ley de infraestructuras, que fue aprobado en el Senado hace semanas con apoyo bipartidista, es uno de los pilares de la agenda económica de Biden y su objetivo es reconstruir aeropuertos, carreteras y puentes.
La otra iniciativa está encaminada a expandir beneficios sociales y enfrentar el cambio climático, a partir del alza de los impuestos a ricos y grandes empresas.
En discusión están los 3,5 billones de dólares de esa última propuesta y también la idea del senador demócrata Joe Manchin de bajarla a 1,5 billones, algo inaceptable para los liberales azules, pero que pudiera ser favorable para llegar a una cifra intermedia en aras de destrabar la votación.
El propio Biden admitió que el conocido proyecto de ley de presupuesto de reconciliación será menos costoso y ambicioso que lo pensado inicialmente.
No obstante, Psaki aseguró ayer que los aspectos relacionados con la protección ambiental son una prioridad para la administración y no deben ser descartados pese a la reticencia de congresistas como Manchin.
La televisora ABC considera que las próximas semanas serán cruciales en la agenda del jefe de la Casa Blanca, que pretende concretar la aprobación de las dos iniciativas antes de su viaje a Europa a fines de mes para la Cumbre de líderes del G20 y la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP26).
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