Escuelas, pequeños negocios y empresas en zonas claves siguen con sus puertas cerradas en esta segunda jornada consecutiva que reclama la acción del Gobierno para combatir las bandas armadas.
Aunque la mayoría respetó la huelga, algunos transportistas funcionaron este martes, junto a medianos y pequeños negocios, especialmente en el sudeste de Puerto Príncipe, en áreas más alejadas del centro de la ciudad.
Particularmente los secuestros se triplicaron en los últimos meses con respecto a periodos precedentes, y las pandillas que se especializaron cobran altos rescate para liberar a las víctimas.
El más reciente incluyó a 17 misioneros de Estados Unidos y Canadá, muchos de los cuales visitaban el país por primera vez y fueron capturados en Ganthier, zona bajo la influencia de la pandilla 400 Mawozo.
En el grupo se encuentran cinco niños, el menor de ellos de ocho meses de edad y fueron retenidos tras salir de un orfanato, confirmó la organización Christian Aid Ministries, aunque otras versiones señalan que se dirigían hacia el aeropuerto.
Según declaraciones del ministro de Justicia, Litz Quitel, los secuestradores piden un monto de 17 millones de dólares, aunque admitió que se encuentran en negociaciones con la pandilla.
400 Mawozo ya retuvo a una docena de religiosos en abril último, entre los que figuraban dos franceses, y en otras ocasiones secuestró a autobuses repletos de pasajeros.
La seguridad en Haití se deterioró después de 2019, y alcanzó cifras récord durante este año, con más de 628 secuestros registrados en los primeros nueve meses, el desplazamiento de más de 19 mil personas, y más de un centenar de víctimas civiles en medio del reordenamiento de los grupos armados que operan con impunidad en el país.
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