Una nota de la Asociación de Conductores de Productos Petrolíferos de Haití confirmó la paralización de esta actividad en todo el territorio nacional ‘para decir no al fenómeno de la inseguridad, en particular el secuestro, que pone a los ciudadanos fuera de toda libertad’, señala el texto.
El gremio criticó los secuestros, violaciones y asesinatos que descapitalizan a la población pues las cifras de los rescates son cada vez mayores.
Este sector es uno de los más golpeados por la creciente inseguridad y el poderío de las bandas armadas en zonas cruciales de Puerto Príncipe.
Varios de ellos fueron secuestrados junto con sus vehículos en las últimas semanas y los captores exigen cientos de miles de dólares por su liberación.
Este fenómeno se disparó durante este año, y organizaciones de derechos humanos registraron 628 casos de enero a julio.
Tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse y la inacción de la Policía, los secuestros alcanzaron cifras récord con 30 casos solo en la última semana, entre los que figuran los 17 misioneros de Estados Unidos y Canadá, que desde el sábado se encuentran retenidos presuntamente por la banda 400 Mawozo.
En medio de una frágil estabilidad, el país se enfrenta desde junio a un grave racionamiento de combustible y a los efectos de la guerra de las pandillas por el control de Martissant.
Mientras peligra la distribución de carburantes, la gasolina y el diésel triplicaron su precio en el mercado informal, así como aumentó el costo de la transportación colectiva y de otros servicios y productos.
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