Numerosas protestas se organizaron en el país surasiático en solidaridad con las víctimas de los ataques y los asesinatos comunales, reflejó el portal Prothom Alo.
Hace pocos días, estudiantes de la Universidad de Dacca bloquearon uno de los cruces de la capital en protesta por dichos hechos contra la comunidad hindú.
Templos, casas y negocios de los hindúes fueron atacados en distintos sitios de Bangladesh, al costo de varias vidas perdidas durante el caos.
Hasta nueve mil 525 personas fueron acusadas en 28 casos presentados por los incidentes, agregó la fuente.
Un total de 229 individuos, incluidos líderes de los partidos Jamaat-e-Islami (Asamblea Islámica de Bangladesh) y Nacionalista de Bangladesh (BNP), principal organización de centroderecha del país, fueron detenidos tras los sucesos.
La población hindú de Bangladesh estuvo atrapada en las aguas del odio durante las tradicionales celebraciones de la victoria del bien sobre el mal, que significa la antigua fiesta de Durga Puja.
Los templos fueron profanados, vandalizados o destruidos, y las tiendas y casas de los hindúes resultaron incendiadas, provocando la muerte de al menos cinco personas.
El subcontinente indio se está convirtiendo en un lugar difícil para las minorías religiosas: los hindúes, budistas y cristianos en Bangladesh, para los hindúes y cristianos en Pakistán, y para los musulmanes y cristianos en la India, apuntó el portal News Click.
Son demonizados y agredidos por grupos religiosos de derecha en Bangladesh y Pakistán, y en la India por afiliados al partido gobernante Bharatiya Janata.
Por otro lado, este tipo de violencia en Pakistán y Bangladesh fomenta el comunalismo mayoritario en la India, y viceversa, alertó el sitio.
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