Asimismo, 40 personas resultaron heridas y dos mil 232 casas quedaron inundadas debido a las riadas en varios lugares, subrayó por su parte el periódico The Kathmandu Post. Los inusuales aguaceros que comenzaron a principios de esta semana desde el oeste de Nepal, causaron enormes daños materiales y desplazaron a cientos de familias en todo el país del Himalaya.
Los datos de la policía muestran que mil 177 familias fueron desplazadas debido a los deslaves y las crecidas.
La policía nepalesa coordina con varias agencias y gobiernos locales para poner a salvo a las familias afectadas y aquellas que viven en zonas peligrosas, dijo el superintendente principal Basanta Bahadur Kunwar. También se trabaja para eliminar los bloqueos de las carreteras en aras de reanudar la circulación de mercancías y pasajeros en diferentes partes del país.
Las precipitaciones repentinas y extremas en la tercera semana de octubre, casi un mes después de la época en que el monzón suele terminar en Nepal, hacen que los expertos se preocupen por el impacto del cambio climático en la economía y los medios de vida.
Aparte de las víctimas debido a las extremas e inesperadas lluvias otoñales de octubre, miles de agricultores del país perdieron sus cosechas de arroz.
Las inundaciones y los deslizamientos de tierra causan pérdidas masivas de vidas y propiedades cada año, mientras es insuficiente la preparación del país para estas catástrofes, acotó la publicación.
Además, la continua explotación de los recursos naturales -las colinas, las montañas y los árboles- en nombre del desarrollo hacen que Nepal sea más propenso a las catástrofes monzónicas.
En los últimos años, Nepal recibió más lluvias en poco tiempo, un fenómeno que poco a poco se está convirtiendo en una nueva normalidad.
Recientemente, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático describió un futuro más duro para la humanidad y destacó los impactos en el sur de Asia, proyectando precipitaciones extremas e inundaciones fluviales en toda la región.
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