Señalaron que la captura del narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, el principal cabecilla de ese grupo criminal también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, puede generar un escenario de exacerbación de la violencia por disputas para ocupar ‘su cargo’, lejos de suponer el fin de esa estructura.
En opinión de Rancero, implementar el Acuerdo de Paz y garantizar la presencia integral del Estado (no solo de la fuerza pública) en los territorios más apartados, es esencial, sin embargo, es algo desde siempre se ha negado.
Por su parte, el senador de Polo Democrático Alternativo Iván Cepeda manifestó que espera que la captura del narcotraficante conduzca pronto a un proceso de sometimiento a la justicia y de desmovilización de los miles de integrantes del Clan del Golfo, que es una poderosa organización armada ilegal.
Alias ‘Otoniel’, quien ha participado en múltiples grupos armados y en distintos conflictos violentos en el país, conoce bien los vínculos de sus organizaciones paramilitares, altos mandos militares y políticos de la extrema derecha. ¿Lo irán a silenciar?, se preguntó Cepeda.
Ayer en la tarde, el presidente colombiano, Iván Duque, confirmó la captura del narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, el principal cabecilla del ‘Clan del Golfo’.
‘Esta operación de nuestras fuerzas militares y la policía con apoyo de la Fiscalía de Colombia, es el golpe más contundente que se le ha propiciado al narcotráfico en este siglo. Solo es comparable con la caída de Pablo Escobar en los años 90’, subrayó Duque en una declaración.
Por su parte, el comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, general Luis Fernando Navarro, detalló que después de siete años de persecución y la acción de 500 hombres, lograron atravesar todos los anillos de seguridad de Otoniel, de 49 años de edad, uno de los narcotraficantes más buscados a nivel internacional.
Fue detenido específicamente ‘en una zona apartada del Nudo de Paramillo, entre el cerro Yoki y el Cerro Azul’, en el departamento de Antioquia.
En la operación Osiris se desplegaron hombres de las fuerzas especiales del Ejército y la Marina, además de 22 helicópteros con apoyo satelital por parte de agencias de inteligencia de Estados Unidos y el Reino Unido.
Según la Policía de Colombia, a Otoniel le figuran 128 órdenes de captura, siete sentencias condenatorias, ocho medidas de aseguramiento y dos circulares rojas emitidas por Interpol por homicidio múltiple agravado, varios tipos de secuestro y concierto para delinquir, así como una solicitud de extradición emitida por una corte de los Estados Unidos.
rgh/otf