Los altos representantes en Ankara de Estados Unidos, Canadá, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Alemania y Francia suscribieron un pedido para la liberación del empresario Osman Kavala.
Turquía no puede tolerar que los embajadores cuestionen su poder judicial, expresó Erdogan a la salida de una reunión del gabinete en el Complejo Presidencial, en esta capital, de acuerdo con la versión de la agencia Anatolia.
Cualquiera que no respete la independencia de Turquía y la sensibilidad de la nación turca no puede vivir en este país, independientemente de su título, expuso el mandatario, quien la víspera instruyó al Ministerio de Asuntos Exteriores a considerar persona non grata a los 10 representantes diplomáticos.
‘Es el deber del jefe de Estado dar la respuesta necesaria a esta falta de respeto hacia nuestros miembros judiciales a través de un poder judicial independiente e imparcial’, señaló.
Más temprano, el portavoz comunitario de Política Exterior Peter Stano consideró que la expulsión de los diplomáticos es un asunto grave.
‘El asunto es grave, pero entendemos que a los países concernidos aún no les fue notificada ninguna acción’, expresó durante la habitual rueda de prensa de la Comisión Europea.
No obstante, explicó que tomaron nota de la decisión turca y que seguirán de cerca los acontecimientos.
Kavala fue detenido por las protestas en Gezi, en Estambul (la principal ciudad del país), en 2013, que luego desembocaron en manifestaciones contra el gobierno.
En 2016 fue arrestado bajo sospecha de espionaje en relación con el fallido golpe de Estado de ese año contra Erdogan.
La autoría de esa intentona golpista se le adjudica aquí al clérigo musulmán radicado en Estados Unidos Fetullah Gullen.
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