Los manifestantes piden más ayuda mientras tratan de pasar a Estados Unidos en la frontera norte, aun cuando están concentrados muy lejos, en la frontera sur, con Guatemala.
Estamos en esta situación por necesidad, no tenemos trabajo, no hay comida, los servicios están muy caros, la vida en Tapachula no es digna, ¿Por qué nos quieren echar a la perrera, si no somos delincuentes?, indican en su marcha.
Una sudamericana admitió que la caminata es agobiante por temperaturas de 38 a 40 grados que los deshidrata y la marcha es lenta no solo por el calor sino también debido a las acciones de los guardias de inmigración, aunque no los reprimen.
En algunos lugares las autoridades colocaron pipas con agua potable para tomar y refrescarse un poco rociándosela en el cuerpo, pero aun así el fuerte calor hace estragos sobre todo en niños y personas mayores.
La marcha es seguida por camionetas del Instituto Nacional de Migración para aquellas personas que voluntariamente quieran regresar a la frontera sur.
Los caravanistas salieron ayer del ejido Álvaro Obregón perteneciente al municipio de Mazatán, Chiapas, y llegaron hasta el parque 5 de mayo del municipio de Huehuetán donde pasaron la noche y hoy reiniciaron desde allí la marcha hacia la capital donde expondrán sus demandas al gobierno.
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