El lunes, el máximo representante de Naciones Unidas condenó el golpe de Estado militar en Jartum y todas las acciones que puedan poner en peligro la transición política y la estabilidad de Sudán.
Por medio de un comunicado, el titular pidió la reconstitución inmediata del régimen de Gobierno previsto en el Documento Constitucional.
La detención ilegal del primer ministro, Abdallah Hamdok, y altos funcionarios y políticos es inaceptable y contraviene la asociación fundamental para el éxito de la transición de Sudán, recalcó.
Asimismo, demandó la liberación inmediata del primer ministro sudanés y de todos los demás detenidos arbitrariamente.
Las partes interesadas en ese país deben volver inmediatamente al diálogo y participar de buena fe para restaurar el orden constitucional y el proceso de transición, insistió.
El secretario general reiteró el compromiso de la organización multilateral y su apoyo a la realización de la transición política de Sudán: cualquier intento de socavar ese proceso, dijo, pone en peligro la seguridad, la estabilidad y el desarrollo de esa nación africana.
Por su parte, el ejército sudanés justificó su actuación tras arrestar a políticos y funcionarios públicos, entre ellos el primer ministro, quien llamó a la población a protestar tras calificar la situación de golpe de Estado.
Ambas partes dijeron defender la ‘revolución’, en alusión a las manifestaciones que sacaron del poder en 2019 al entonces presidente, Omar Al Bashir.
El director de la Oficina del Primer Ministro, Adam Herika, responsabilizó al ejército por la vida de Hamdok, tras calificar como golpe de Estado los sucesos ocurridos.
Sin embargo, el teniente general Fateh Al Rahman Mohi Al Din afirmó que esas operaciones buscan ‘proteger el período de transición y corregir el curso de la revolución’.
Desde la fallida asonada de sectores castrenses del 21 de septiembre último, Sudán vive una escalada de tensión por las luchas de poder y divisiones entre diversos sectores que encabezaron las protestas en 2019 contra Al Bashir.
La crisis desatada por el reciente arresto del primer ministro y varios titulares está en punto de ebullición por protestas populares convocadas por una coalición de partidos y agrupaciones políticas que reclaman la reinstauración de Hamdok, indicaron reportes locales.
El ejecutivo de Hamdok ya sobrevivió en septiembre pasado un intento de golpe de mano castrense protagonizado por una unidad de blindados y tropas de elite acantonadas en Jartum, donde tomaron varios edificios gubernamentales, pero a la postre fueron controladas y los organizadores detenidos.
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