Según argumentó el abogado James Lewis en el primer día de la audiencia de apelación, la jueza de distrito Vanessa Baraitser dio demasiada importancia al informe que le presentó el psiquiatra Michael Kopelman durante el juicio celebrado en octubre pasado.
En esa ocasión, el especialista londinense declaró que la salud mental de Assange estaba muy deteriorada, y que esta condición, combinada con el síndrome de Asperger que padece, lo hacían propenso a cometer suicido.
El riesgo de que el periodista australiano atentara contra su vida fue el argumento principal que esgrimió entonces la jueza para negarse a extraditarlo a Estados Unidos.
Durante la presentación de sus argumentos este miércoles, el representante de la justicia norteamericana aseguró que ser juzgado y condenado por un tribunal estadounidense, Assange no sería encerrado en la cárcel de máxima seguridad de Florence, Colorado, ni sometido a las medidas restrictivas que se aplican a criminales peligrosos y terroristas.
También ofreció enviarlo a cumplir la eventual sentencia a su país natal.
Washington pretende enjuiciar al fundador de WikiLeaks por publicar crímenes de guerra cometidos por militares norteamericanos en Iraq y Afganistán, y miles de cables diplomáticos.
Aunque Lewis aseveró que podría recibir una condena leve, el ciberactivista se expone a recibir una sentencia total de 175 años de cárcel a partir de los 17 cargos de violación de la ley de espionaje que se le imputan.
Assange asistió a parte de la audiencia oral de forma remota desde la cárcel londinense de máxima seguridad donde está recluido desde que fue arrestado en la embajada de Ecuador en esta capital en abril de 2019.
Al periodista de 50 años, que vestía camisa beige de manga larga, corbata negra y mascarilla de igual color, se le vio cansado y muy delgado durante los pocos minutos que apareció en pantalla.
La audiencia de apelación concluirá este jueves con los argumentos de la defensa, y los jueces de la corte superior tendrán entre cuatro y seis semanas para emitir su veredicto.
En cualquier caso, se espera que la parte perdedora apele la sentencia ante la Corte Suprema del Reino Unido.
Miles de seguidores de Assange permanecieron fuera de la sede del tribunal londinense durante todo el tiempo que duró la audiencia y exigieron su liberación al grito de ‘solo hay una decisión, no extradición’.
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