Durante su intervención en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, también llamó a restaurar el orden constitucional en ese país, en consonancia con las aspiraciones del pueblo sudanés a un gobierno democrático.
Además, pese a la actual situación, manifestó esperanza de que la reciente tendencia positiva entre Sudán y Sudán del Sur no se descarrile.
De manera alentadora, dijo, ambas naciones siguen profundizando su relación, personificada por varias visitas e iniciativas de alto nivel en apoyo mutuo de los procesos de paz.
Por su parte, el secretario general adjunto de mantenimiento de paz, Jean-Pierre Lacroix, consideró alentador que tanto Sudán del Sur como Sudán hayan establecido comités nacionales sobre la cuestión de Abyei.
Aunque todavía es demasiado pronto para saber cuál será el impacto de los acontecimientos de esta semana en Jartum para la Fuerza Provisional de Seguridad de Naciones Unidas en Abyei (Unisfa, por sus siglas en inglés), observó.
Hasta el momento, señaló Lacroix, todas las partes en Sudán son, y han sido, firmes partidarios de esa misión de la ONU.
La Unisfa se creó en 2011 y en los últimos años, algunos miembros del Consejo de Seguridad han expresado su preocupación pues lo que pretendía ser una fuerza interina a corto plazo sigue vigente porque los desafíos que llevaron a su formación aún no se resuelven.
Abyei es un área disputada entre Sudán y Sudán del Sur que ‘ha permanecido generalmente en calma, con esporádicos incidentes de violencia’, según reportes de la ONU.
Uno de los mayores desafíos en esa zona es la criminalidad como resultado de la situación económica adversa y la prevalencia de armas pequeñas.
Mientras tanto en Sudán, persiste la crisis desatada por el reciente arresto del primer ministro, Abdallah Hamdok, y varios titulares por parte de fuerzas castrenses.
Este suceso, indican reportes locales, desató fuertes protestas populares convocadas por una coalición de partidos y agrupaciones políticas que reclaman la reinstauración de Hamdok.
msm/ifb