A 11 años de la muerte de quien fuera uno de sus mentores, el mandatario encabezó en el Club Deportivo de la localidad bonaerense de Morón una monumental manifestación, donde se vio a casi todo su gabinete y miembros del Frente de Todos, además de personalidades como el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
Esta jornada fue un día de reverencias a Néstor Kirchner, pero también un momento para lanzar un fuerte mensaje de fortaleza y unidad del oficialismo, en momentos muy complejos con unas elecciones a las puertas donde se juegan dos modelos de países.
Durante su discurso ante cientos de personas que llegaron desde varias partes de la capital y la provincia de Buenos Aires, el Jefe de Estado recordó aquel camino iniciado por Kirchner en 2000 y continuado por la expresidenta y actual vicemandataria Cristina Fernández.
‘Les pido que en noviembre, vayamos con todas las fuerzas (a las urnas). No le podemos fallar a Néstor, tenemos que convencer a cada argentino porque ese país que el propuso todavía está pendiente’, resaltó desde el escenario el gobernante entre vítores de los presentes, entre ellos, miembros de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Emocionado, Fernández subrayó que lleva la tristeza de no tener hoy a Kirchner, pero la certeza absoluta de que su destino es terminar la tarea que empezó, continúo Cristina y que él espera cerrar con un mejor país, justo, libre y soberano.
Entre banderas y camisetas donde asomaba el rostro de Néstor junto a Diego Maradona, el mandatario hizo suyas aquellas palabras que inmortalizó el exgobernante cuando dijo que daría la pelea y todo lo que fuera necesario para cerrar la deuda con el FMI -como cumplió- sin condicionar el futuro del país.
Tuve un maestro extraordinario, dijo Fernández entre aplausos y añadió que al lado de Kirchner, como jefe de Gabinete, aprendió a negociar con el FMI y con los acreedores, pero sobre toda las cosas, que nada hay más importante que sacar del pozo de la pobreza a todos los que están allí.
Tras remarcar que los que hoy gobiernan ‘no pensamos un país para pocos, sino para todos’, significó que no tienen esa idea como algunos sectores de que en Argentina sobran 20 millones de habitantes, aquí, dijo, hacen faltan todos.
Entre aplausos y arengas, el mandatario llamó a recordar aquellos años de Néstor para que sirva de guía sobre cómo salir del laberinto donde quedamos y resaltó que en estos tiempos difíciles de Covid-19 siempre privilegiaron la salud por encima del mercado.
‘Aquí en Argentina todos sabemos quién juega para la gente y quién para otros intereses’, dijo en otro momento a los presentes, tras apuntar que escucha en la televisión y lee en ríos de tintas que el gobierno no tiene rumbo.
Saben lo que no tiene el gobierno, el rumbo que ellos quieren, remarcó el gobernante, quien en su discurso ejemplificó varias de las promesas que hicieron cuando asumieron en 2019, como la ley para que los jubilados no paguen sus medicamentos.
Sobre la economía y la inflación, señaló que el problema no es la emisión monetaria, sino la concentración de la producción de los alimentos, la fijación de los precios en pocos operadores y para eso hay que ser firmes y plantarse frente a los poderosos.
Nosotros, dijo, no dudamos entre los que especulan a costa del hambre de los argentinos, nosotros nos ponemos al lado de los argentinos que tienen hambre, remarcó durante su encendido discurso Fernández, quien alertó que hoy no es un momento más de la historia.
Es un momento donde tenemos que dilucidar que país queremos construir, si deseamos una Argentina donde todos estén integrados, donde los premiados sean los que inviertan y generen trabajo, o queremos volver al país de la deuda y la especulación, concluyó.
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