El mandatario tiene previsto participar este fin de semana en la cumbre de líderes del G20 en Roma, Italia, y luego en la conferencia de la ONU sobre el cambio climático COP26 que tendrá lugar lunes y martes en Glasgow, Reino Unido.
El jefe de la Casa Blanca dejó en Washington asuntos pendientes claves, como las discusiones en el Congreso de su estancado paquete de beneficio social que incluye, entre otros programas, medidas para mitigar el impacto del cambio climático.
Biden, que pretendía demostrar al mundo lo que Estados Unidos podría hacer en beneficio del medio ambiente, puede llegar con las manos vacías a la COP26 a menos que en las próximas horas los demócratas lleguen a un acuerdo sobre el plan de inversiones sociales.
En declaraciones este jueves antes de tomar su avión hacia Europa, el gobernante dijo que la legislación representa una elección entre ‘liderar el mundo o dejar que el mundo nos pase de largo’.
De acuerdo con la agencia Associated Press, será difícil convencer al mundo de que adopte la visión de Estados Unidos si los propios estadounidenses no la aprueban.
Por otro lado, el presidente norteamericano aprovechará su viaje para reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, y superar las tensiones luego de la ruptura por parte de Australia de un contrato con la empresa francesa Grupo Naval para la construcción de 12 submarinos que fueron encargados luego a Washington.
Además, el mandatario estadounidense prevé conversar con el papa Francisco en el Vaticano y sostendrá un encuentro con líderes europeos sobre el futuro del acuerdo nuclear con Irán ante el próximo reinicio de las negociaciones sobre ese tema en Viena, Austria.
Según el asesor de Seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan, también se espera un diálogo entre Biden y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un momento de tensiones bilaterales causadas por la adquisición por parte de Ankara de un sistema de defensa antimisiles ruso.
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