‘Usted sabe que el presidente Bolsonaro sufre muchas críticas. Entonces, no va a ir a un lugar en el que todo el mundo le tiraría piedras’, afirmó a periodistas el general de la reserva a su llegada al Palacio de Planalto, sede del Poder Ejecutivo en esta capital.
Sin embargo, comentó que ‘allá (en el evento) estará un equipo robusto con capacidad de llevar adelante una estrategia de negociación’.
Bolsonaro llegó este viernes a Italia, donde asistirá a la Cumbre de Líderes del G20, un evento que reúne a las 19 mayores economías del mundo y la Unión Europea.
Según la agenda oficial, el exmilitar se reunirá en la jornada con su homólogo italiano, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinal.
El 30 y 31 de octubre, el mandatario de tendencia ultraderechista participará en el foro del G20, en reuniones bilaterales con autoridades extranjeras y en otras internas.
Se espera que Bolsonaro, acusado por una comisión del Senado de nueve delitos, entre ellos de crímenes contra la humanidad, participe en disímiles encuentros con los ministros Paulo Guedes (Economía) y Carlos França (Relaciones Exteriores).
De acuerdo con la cancillería, las prioridades de Brasil en esta cumbre serán salud, comercio exterior, medio ambiente e inclusión social.
La cita de los líderes mundiales estará centrada en los temas de Covid-19, recuperación económica y cambio climático.
Mourão, como presidente del Consejo de la Amazonia, mostró su intención de representar a Brasil en la COP26, prevista para realizarse del 31 de octubre al 12 de noviembre en Glasgow (Reino Unido), pero la delegación nacional estará encabezada por el ministro de Medio Ambiente, Joaquim Álvaro Teixeira Leite.
Con el viaje a Roma de Bolsonaro, el exgeneral asumió temporalmente la presidencia.
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