Con el recorrido por el Vaticano comenzó un maratón diplomático de cinco días, que incluye su asistencia a una reunión del grupo de las 20 naciones con las principales economías del mundo (G20) y una cumbre de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el clima, conocida como COP26.
Este viernes, el ocupante de la Casa Blanca también se reunirá con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien está disgustado con la administración después de que Washington cerrara un acuerdo secreto para proporcionar a Australia submarinos de propulsión nuclear.
Entre esas dos reuniones, Biden se dirigirá al Palacio Chigi, la casa del primer ministro italiano, Mario Draghi.
De acuerdo con el diario The New York Times, esta no se trata de una simple visita de cortesía.
Con la salida de Angela Merkel de Alemania, Draghi surgió como un líder de Europa y un interlocutor potencialmente clave para Biden, que busca mantener alianzas fuertes en el continente.
La gira diplomática inicia mientras la agenda doméstica del mandatario se encuentra en el limbo ante la falta de consensos del Partido Demócrata para aprobar un paquete de reconciliación que permitirá el avance de iniciativas para enfrentar el cambio climático, entre otras prioridades.
Este fin de semana, durante el encuentro del G20, los líderes dialogarán sobre las desigualdades agudizadas por la pandemia, los problemas de la cadena de suministro y el aumento de los precios de la energía.
Los asistentes también intentarán introducir cambios en cuanto a refugios fiscales internacionales y la distribución de vacunas contra el coronavirus en el mundo en desarrollo.
Después de esa cita, el demócrata y muchos de los líderes del G20 se dirigirán a Escocia para asistir a la COP26, un evento que muchos consideran decisivo para intentar salvar al planeta del desastre climático.
mem/age