Las agresiones ocurrieron el viernes en las localidades de Loli y Loy, cerca de la ciudad de Bunia, en la provincia oriental congoleña de Ituri, precisó a la prensa Jean Bosco Lalo, presidente de los grupos de la sociedad civil en esa región.
Según la fuente, los atacantes también secuestraron a varias personas y las obligaron a cargar bienes sustraídos antes de marcharse a una zona boscosa.
“Alertamos al Ejército mientras continuamos la búsqueda para encontrar otras víctimas», indicó Bosco Lalo.
El nordeste de RDC es escenario frecuente de incursiones de grupos armados, tanto de la Codeco como de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), que actúan en complicidad en Ituri y en la vecina provincia de Kivu del Norte.
Los ataques contra las poblaciones persisten, pese a las medidas de seguridad tomadas para enfrentarlos, y el pasado jueves se reportó que dos miembros de un equipo voluntario de médicos resultaron heridos en un asalto al vehículo en que viajaban, en el área de Djugu.
El Ejército congoleño intensifica sus operaciones y esta semana lanzó una ofensiva tras la cual aniquiló a 27 insurgentes de la Codeco, después de tres días de fuertes combates en la zona de Nizi, también en Ituri, confirmó el mando castrense.
Actualmente Ituri y Kivu del Norte se hallan en estado de sitio y bajo administración militar, una decisión oficial tomada en respuesta a la creciente violencia ejecutada por los grupos armados que el gobierno identifica como terrorista.
De acuerdo con estimados, desde mayo hasta septiembre se registraron los asesinatos de unos 670 civiles perpetrados por esas facciones.
La región nordeste de la RDC permanece atrapada en un conflicto entre insurgentes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco), que cuenta con más de 14 mil soldados desplegados en el país, subrayaron medios de difusiòn.
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