Al interevenir en la cita, con sede en Glasgow, Escocia, el mandatario llamó a identificar a las tecnologías limpias como bienes públicos globales y establecer acuerdos de transferencia tecnológica.
Paralelamente, defendió la conformación de un comité que reconozca el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, el cual tenga en cuenta las limitaciones estructurales y el bienestar social de todos nuestros pueblos.
“Sin financiamiento sostenible no habrá desarrollo sostenible y las responsabilidades, si bien comunes, son diferentes entre países”, expresó durante su intervención el gobernante argentino, quien insistió que el mundo hoy en desarrollo necesita financiamiento genuino para avanzar con la agenda climática.
Durante la sesión de alto nivel, que llevó por nombre Acción y Solidaridad: La Década Crítica, Fernández subrayó que los organismos multilaterales de cooperación deben comprometer al menos el 50 por ciento de su cartera de préstamos a acciones ambientales para lograr una transición hacia un modelo de desarrollo integral, sostenible e inclusivo.
En otra parte de su exposición, insitió en canalizar los Derechos Especiales de Giro (DEGs) para el desarrollo sostenible y promover el canje de deuda por acción climática para diseñar mecanismos de pagos por servicios eco sistémicos e instalar el concepto de deuda ambiental.
Al referirse a América Latina y el Caribe, destacó que la canalización de estos recursos hacia la banca regional de desarrollo es clave para apalancar la transición tecnológica necesaria para revertir una dinámica preocupante que hoy es evidente para todos.
Asimismo, insistió en fortalecer el multilateralismo ambiental y abogó porque los fondos ya comprometidos destinados a impulsar la acción climática deben ser honrados y advirtió que hoy la Agenda para el Desarrollo Sostenible está en terapia intensiva y las brechas de bienestar son enormes.
Por otra parte, anunció que Argentina formalizó un incremento del dos por ciento en la Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC), lo que resulta en un compromiso 27,7 por ciento mayor al asumido en la primera NDC en 2016.
“El reloj del planeta no se detendrá. Entre todos podemos generar las condiciones para materializar los cambios necesarios. La acción ambiental es ahora”, concluyó.
msm/may