En su discurso de apertura de esta cita en Glasgow, conocida como COP26, el titular advirtió que los anuncios recientes de acción climática pueden dar la impresión de estar en el camino de cambiar las cosas, pero se trata de una ilusión.
De hecho, añadió, el último informe publicado sobre las contribuciones determinadas a nivel nacional (reducciones previstas de las emisiones de gases de efecto invernadero) mostró que aún condenarían al mundo a un calamitoso aumento de 2,7 grados Celsius de aumento de la temperatura global.
“Incluso si las promesas recientes fueran claras y creíbles, y hay serias dudas sobre algunas de ellas, todavía nos dirigimos a toda velocidad hacia la catástrofe climática.”
En el mejor de los casos, observó el máximo representante de Naciones Unidas, las temperaturas subirán muy por encima de los dos grados Celsius.
Basta de brutalizar la biodiversidad, de matarnos con carbono, de tratar a la naturaleza como un retrete, basta de quemar, perforar y minar el camino, estamos cavando nuestra propia tumba, expresó el diplomático portugués.
Como primera línea de acción frente a tal escenario, señaló que urge mayor ambición en la mitigación y acciones concretas inmediatas de cara a reducir las emisiones globales en un 45 por ciento para 2030.
Los países del Grupo de los 20 tienen una responsabilidad particular, ya que representan alrededor del 80 por ciento de las emisiones, es decir, las naciones desarrolladas deben liderar el esfuerzo, pero urge la máxima colaboración de todos, subrayó.
Más allá de los mecanismos ya establecidos en el Acuerdo de París, hoy anuncio que estableceré un grupo de expertos enfocados en proponer estándares claros para medir y analizar compromisos netos de cero emisiones de actores no estatales, apuntó.
En segundo lugar, Guterres llamó a hacer mucho más para proteger a las comunidades vulnerables de los peligros evidentes y actuales del cambio climático.
Como tercer punto fundamental, el titular manifestó que la COP26 debe ser un momento de solidaridad: el compromiso de financiación climática de 100 mil millones de dólares al año en apoyo de los países en desarrollo debe convertirse en una realidad.
Los que más sufren, recalcó, los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo, necesitan esa financiación urgente.
Estos seis años transcurridos desde el Acuerdo Climático de París resultan los más calurosos registrados, mientras que la “adicción a los combustibles fósiles” lleva a la humanidad al borde del abismo, lamentó el titular.
La acción climática encabeza la lista de preocupaciones de las personas, en todos los países, sin importar edad y género, y los líderes del mundo debemos escuchar y actuar, insistió el secretario general de la ONU.
En nombre de esta y de las generaciones futuras, dijo, insto a elegir la solidaridad, a salvaguardar el futuro y salvar a la humanidad.
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